Hemos caminado los primeros 20 minutos con nuestros grupos del Camino, andando y hablando con gente q normalmente no frecuentas.
Hemos encontrado sitios muy pintorescos en la ruta de hoy.
En primer lugar, un bar con montones de botellas sobre las que escribir mensajes. Había un mensaje para Mauro Abella de parte de su tía y nosotros hemos escrito en recuerdo a los que no han podido caminar con nosotros.
En el camino también recuerdas otras experiencias vividas con familia o amigos.
También recibes regalos de otros peregrinos.
Un grupo de vacas muy relajadas en el sendero nos ha recordado a los atascos de la ciudad, pero nos han ofrecido "aromas rurales y vistas maravillosas" de sus cuartos traseros.
A Elena Fontán le han encantado las hortensias, "estaban por todas partes" dice emocionada.
Monitores y alumnos un día más conectan de manera diferente a la habitual en el colegio.
Ansiábamos desde el principio probar la famosa tortilla estilo Betanzos, en un restaurante muy famoso, y descubrimos que también tenían unos chipirones maravillosos. Confirmamos eso de Galicia Calidade.
Nos han llamado la atencion los eucaliptos que parecen sequoyas (by Luis Hernandez) y como se pelan sus cortezas. Tambien los bosques cerrados de robles.
La última hora ha sido dura debida al intenso calor del sol, pero finalmente llegamos a O Pedrouzo.
Los amigos invisibles siguen teniendo detalles con sus compañeros, como el tupper con muffins que ha recibido Magdalena Viera.
Hemos cerrado la jornada en torno a Soraya Bermudez y Alberto Castellote, cantando a ritmo de una guitarra que, amablemente, nos han prestado otros peregrinos. Nos despedimos escribiendo estas líneas, viendo en el horizonte cercano el final del Camino. Se nos ha hecho muy corto, y aunque el cansancio en las piernas es grande ya estamos mas que acostimbrados.
¡Buen Camino!
No hay comentarios:
Publicar un comentario